Siempre es de admirar que alguien se juegue su tranquilidad laboral (digámoslo así) para ser coherente con las ideas que defiende.
Así que, siguiendo una práctica habitual en su blog, voy a hacer unas cuantas recomendaciones de sus escritos y entrevistas sobre el tema de los controladores:
Estos abultados salarios se han conseguido mediante la elevación de la demanda de controladores y la restricción de su oferta, fenómenos que no han sido ajenos a la presión sindical y a su capacidad de hacer daño al dejar de prestar un servicio esencial difícilmente sustituible (la unión hace la fuerza, especialmente en un monopolio público como éste). Los propios controladores decidían de forma casi unilateral cuántos eran necesarios durante cada turno en cada dependencia (las configuraciones de referencia, con cantidades a mi juicio infladas y exageradas porque prácticamente siempre solía cobrar personal, a menudo se abrían sectores no estrictamente necesarios y las horas efectivamente trabajadas estaban lejos del límite reglamentario). Dada la limitación de horas a trabajar por convenio (1.200 anuales) se programaban grandes cantidades de horas extra.
Pretendiendo haber hecho "un ejercicio de responsabilidad" y "demostrado un gran sentido de Estado", el sindicato USCA ha decidido no hacer, al menos en agosto, una huelga que amenazaba con provocar el caos aéreo en plena temporada turística. Tal vez han olvidado que en las Islas Canarias la temporada alta va mucho más allá del verano. Y que el turismo no es la única razón de ser del transporte aéreo. Quizás su sentido de Estado y su responsabilidad no son suficientes como para renunciar de forma indefinida al daño que pueden hacer con una huelga en un sector profesional tan peculiar. Llevan demasiado tiempo acostumbrados a conseguir sus objetivos mediante medidas de presión y les va a costar adaptarse a circunstancias en las cuales la profesión debe abrirse a la competencia y el salario debe estar estrechamente ligado a la productividad.
—¿Es justo un parón como el previsto?
—Rotundamente no, por eso hago esto. Primero, el sector turístico español no se merece una amenaza de huelga como esta. Y segundo, los controladores aéreos hemos sido unos privilegiados; incluso ahora, en condiciones menos favorables, lo seguimos siendo. Además, están pagando justos por pecadores: no todos los sueldos han sido tan gigantescos como los que dijo el ministro José Blanco, pero las cifras que dio sí eran ciertas: el salario medio era de 330.000 euros, y había gente que ganaba más. Por eso que algunos digan ahora que sólo cobramos 100.000 euros... Estamos hablando de una asociación muy cerrada que se preocupa muchísimo solo de ellos mismos. Sí, somos 2.400 familias, pero el país son 45 millones de personas. Que piensen en el resto del país.
—¿Pero cómo se ha llegado a esta situación?
—Pues porque son los únicos con la competencia para dar un servicio tan esencial como este. Ellos dirigen la escuela y en parte establecen el filtro para decir cuántos controladores. Y son los que deciden, casi de forma unilateral, cuántos controladores hay en cada turno. Eso originó una situación en la que siempre había más gente de la
necesaria en la torre de control, cobrando, por supuesto, esas horas extras en las que no se trabaja al cien por cien de lo podría haber exigido AENA. También ha favorecido esta situación la ultraactividad del convenio colectivo: es tan bueno que ahora no se va a
renunciar a nada de lo conquistado, siempre se va a pedir más. Todo esto se desmelenó hace cinco años, más o menos, cuando Barajas empezó a operar con las cuatro pistas y no se sabía cuáles iban a ser las necesidades en la torre de control. Para saberlo, AENA, evidentemente, preguntó a los controladores. Y como ellos deciden cuánta gente hace falta...
—¿Pues son ellos los que dicen que si no se atienden sus demandas se está poniendo en peligro la seguridad de los pasajeros?
—Esas son acusaciones muy graves. Están vendiendo el miedo, asustando a la gente. Es su estrategia, una campaña de imagen que utilizan para presentarse como víctimas ante la sociedad y responsables únicos de la seguridad de la aviación. Exageran cada vez que hacen declaraciones públicas en las que dicen sentirse esclavizados y denigrados. Yo
no me siento así, así que nada de eso, a mi jucio, es cierto.
El antiguo miembro de USCA subraya que la huelga "es un derecho de los trabajadores", pero también la considera "una medida de presión", especialmente si no se concreta en una fecha, ya que ello genera "una incertidumbre brutal, enormemente dañina para el sector turístico".
En este sentido, apoya una posible modificación de la Ley de Huelga para restringir el uso de este derecho por parte de los controladores y otros colectivos sensibles de causar un gran perjuicio, "igual que ocurre en el caso de los militares".
Recomendaciones de Paco en su blog sobre el tema:
4 comentarios:
Un grande Paco
No hay mas que ver la tirria con que le insultan y rechazan para darse cuenta de la catadura moral de algunos
Me ha gustado mucho la frase de una de las entradas
"Siempre es de admirar que alguien se juegue su tranquilidad laboral para ser coherente con las ideas que defiende"
Naturalmente, supongo que esto no se refiere a Paco Capella (que ya ha recibido un cargo de gestion por parte de AENA ¿como premio a los servicios prestados?) sino a todos sus ex-compañeros (que no ya amigos) que se juegan el trabajo, las propiedades e incluso la libertad. !!Que valiente, Paco! !Hay que ser muy valiente para convertirte en "colaborador necesario". Claro que la recompensa economica (Paco cobra ahora 16.000€ limpios, segun se vio en la Noria!!!) ha debido merecerte la pena.
En este blog la verdad molesta.
Cualquier comentario con verdaderos datos de Paco Capella es bloqueado. Por eso, tampoco leereis esto.
riquitito,
La verdad no me molesta. No me molestan ni los desahogos de un cateto com tú...
P.D: ¿por qué no dices tu nombre completo y te escondes detrás de un seudónimo? Al menos Paco Capella no se esconde y da la cara con todas las consecuencias.
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